miércoles, 26 de octubre de 2016

La normativa europea de eficiencia energética da de plazo hasta finales del 2016 para colocar dispositivos de control de consumo individual en los sistemas de climatización centralizados.

 

Aunque queda algunos meses aun por delante, más de una comunidad de propietarios se ha puesto las pilas ya y ha empezado a adaptar su calefacción centralizada a la normativa europea de eficiencia energética que obliga a instalar antes del 1 de enero de 2017 dispositivos de lectura individual de consumos de calefacción, agua caliente y aire acondicionado en aquellos edificios con sistemas energéticos centralizados.
La filosofía es que cada hogar pague por la calefacción que consuma y, como consecuencia, se preocupe por ahorrar. «Se acabó eso de abrir las ventanas en pleno invierno porque el piso está demasiado caldeado, en lugar de cerrar los radiadores, que es lo que sucede ahora», advierte que se estima que un 40% de los sistemas de calefacción están centralizados y, por tanto, deberán adaptarse.
, «estimamos que en uno de cada tres edificios que tienen calefacción central han hecho los cambios necesarios ya, el resto se irán haciendo poco a poco, al final siempre nos toca correr un poco, pero las comunidades de propietarios son muy cumplidoras con los cambios legales».
Anillos o columna. La adaptación no es muy compleja, aunque depende del sistema de calefacción.
Hay calefacciones centralizadas que utilizan un sistema de anillo, en estos casos habrá que colocar un contador de consumo en cada hogar para que cada uno sepa cuánto gasta y un termostato para que cada uno pueda regular la temperatura de su vivienda.
En aquellas que  utilizan el sistema denominado de columna la adaptación es algo más complicada porque habrá que instalar un repartidor de costes, una válvula en cada radiador de la casa y un sistema centralizado de lectura.
Para abaratar costes, las organizaciones empresariales del sector están trabajando en el diseño de una plataforma única, de la mano de la Confederación Nacional de Empresas Instaladoras y de Telefónica, «si se tuviera que  hacer una plataforma por edificio estaríamos hablando de un dineral»,  y las ventajas de que cada vivienda pueda controlar su calefacción.
«Con la calefacción central se desperdicia mucho calor, porque si se enciende a las 11 de la mañana y muchas casas están vacías hasta mediodía, todo ese calor se está derrochando», que cifró el ahorro que se consigue entre un 30 y un 40%.
Este ahorro viene por un cambio de hábitos en el hogar, al pagar en función del consumo las familias se preocupan más de cerrar los radiadores que no necesitan y ajustar el encendido a las horas en las que están en la vivienda.
No obstante, habrá una parte del gasto de calefacción, se cifra en un 30% que pagarán entre todos los vecinos, pues se entiende que es lo que cuesta poner en marcha la caldera y su mantenimiento. El resto del gasto si que se pagará en función de lo que consuma cada uno.
Los administradores de fincas estiman que el gasto medio por vivienda rondará los 300 euros, aunque esta cantidad variará mucho en función del tipo de adaptación que haya que hacer. Un gasto que se convierte en una inversión, pues con el ahorro se amortiza.
Las comunidades con calefacción central que no quieran hacer esta adaptación tienen la opción de descentralizar la caldera e instalar en cada hogar su propia caldera, «esto se está haciendo mucho, el sistema consume algo más pero cada uno decide cuando enciende y apaga su calefacción».